Te traemos todo sobre dos deportes que no dejan indiferente a nadie, aunque solo sea por el ámbito en el que se realizan y el riesgo que con ello conllevan: espeleobuceo y espeleísmo.
En esas mismas recónditas estancias en donde nuestros antepasados más primitivos habitaban, se protegían de extremas condiciones climáticas y dejaron para el futuro una perdurable huella de su paso, por medio de pinturas rupestres, nos adentramos hoy con objetivos bien diferentes. Practicar deporte.
Y sí, te estamos hablando de las cavernas o cuevas subterráneas, rocas erosionadas por el paso del agua o, incluso, de lava, a lo largo de los años y que han ido generando, paulatinamente, auténticos tesoros de la naturaleza.
Y también te estamos hablando sobre hacer deporte en estos espacios que podrían considerarse casi místicos. No contentos con eso, vamos a hablarte de dos especialidades: el espeleobuceo y el espeleísmo.
El origen etimológico de estos conceptos se gesta en la ciencia denominada espeleología, centrada en el estudio de la formación de dichas cavidades naturales. La diferencia vital entre este último término y el de espeleísmo, es que el primero de ambos se centra en investigaciones y estudios científicos y toda aportación generada se vincula, de forma casi directa, a operaciones de rescate en dichos lugares, así como a la preservación de estos espacios naturales.
El espeleísmo, en cambio, es una actividad que se limita a la recreación y esparcimiento, por tanto, con finalidad meramente lúdica y/o turística. Como deporte, por su parte, es accesible a todo tipo de personas sin previa experiencia y las herramientas utilizadas, bien para el desplazamiento, bien para zonas de descenso, se asemejan a aquellas utilizadas en deportes como el montañismo. Entre ellas, mosquetones, arneses, linternas, cascos, amarres, bloqueadores y cuerdas, son algunas de las más características. Las grutas, a veces, suelen ser angostas, travesías escurridizas e intrincadas, por lo que sí que es conveniente llevar el equipo justo y no hacer excesos, pues pueden transformarse en el enemigo.
Uno de los lugares que te recomendamos para desarrollar esta práctica es la Sierra de Guara en Huesca, Aragón. Múltiples empresas de turismo activo te ofrecen combinaciones de actividades deportivas que incluyen el espeleísmo como uno de sus puntos fuertes. Además de disfrutar del deporte y la geología, podrás descubrir especies de animales tales como buitres u osos y los tan sabidos murciélagos.
Para el espeleobuceo, en cambio, te recomendamos que visites las Baleares y nos decantamos, particularmente, por Mallorca. En este caso, las cavernas exploradas son subacuáticas, aunque, evidentemente, pueden contener tramos sin agua.
Esta combinación entre espeleísmo y buceo hace, si cabe, de esta actividad, un riesgo mayor, por lo que requiere un equipamiento técnico mucho más especializado, sobre todo que permita cubrir con total seguridad la respiración del individuo por medio de botellas o bien, de circuitos de respiración cerrada o semicerrada.
Si os recomendamos Mallorca, es porque en cuanto a cuevas subacuáticas es todavía una gran desconocida y es que esta práctica se encuentra, por sus altas exigencias, menos explotada. Sabemos que además de estalactitas y estalagmitas, se han descubierto algunos de los lagos más profundos del mundo y características destacables como el termalismo del agua. En este tipo de cavidades podrás topar, además de con infinidad de peces, con otros animales como la nutria.
Además, te hacemos saber que tanto la cueva española de mayor profundidad (135m), como la de mayor longitud (6,4km) se encuentran en la provincia de Burgos (Castilla y León).
En próximos artículos nos iremos adentrando en más detalles de todas estas especialidades que son capaces de alternar ciencia, deporte y turismo, de manera coetánea.
Mientras tanto, ¡disfruta del fin de semana!