Cuando escuchamos el nombre de Alberto Contador, probablemente se nos viene a la cabeza la imagen de un ciclista profesional que ha ganado casi todo aquello que se puede ganar en este deporte, pero Alberto Contador es mucho más, y hoy hablaremos de ello.
En primer lugar, Alberto no es sólo un deportista de élite, es un luchador, una persona capaz de superar momentos realmente difíciles a raíz del ictus que sufrió y de los que supo sobreponerse para llegar a ser el mejor ciclista del momento.
A lo largo de los años, Alberto nos ha enseñado muchas cosas, pero hoy quiero destacar dos de ellas: su determinación y motivación a pesar de las dificultades y su gran trabajo fuera de las carreteras con su fundación.

La primera de ellas la hemos visto en innumerables ocasiones, cuando tras días malos, caídas, incidentes, Alberto siempre lo ha vuelto a intentar etapa a etapa, kilómetro a kilómetro, nunca se ha rendido.
Por su parte, la fundación es un proyecto que realiza junto a su hermano Fran en el que se dedican a arreglar las bicicletas que la gente les envía porque ya no las usan. Ellos las reciben, las arreglan y se las dan a niños que no pueden permitirse comprar una. Esta fundación lleva en funcionamiento varios años haciendo una labor comunitaria muy importante y es por esto que creemos merecen un reconocimiento.
Desde aquí animamos a todos a que si tienen una bicicleta que ya no usen, entren en su página web y se pongan en contacto con ellos a través de su página web :