Kevin Durant sufrió el pasado martes la lesión más grave de su carrera deportiva, justo en el año que es agente libre y podía decidir a qué equipo se marchaba por el máximo de dinero permitido en el contrato.
Equipos como los Nets, Lakers y principalmente Knicks eran los principales interesados en el jugador norteamericano pero la rotura en el tendón de Aquiles ha cambiado los planes por completo. Esta es quizás la peor lesión que un jugador de baloncesto puede sufrir debido a las grandes dimensiones de su cuerpo y su elevado peso lo que hace aún más complicada su recuperación.
El jugador ya ha sido operado y ha querido lanzar un mensaje a todos sus fans: «Me han operado hoy y ha sido todo un éxito. Mi vuelta empieza ahora. Mi familia y seres queridos están junto a mí y quería agradeceros la cantidad de mensajes de apoyo que he recibido. Estoy muy dolido porque el baloncesto es mi gran amor y quería ayudar de cualquier forma a mis compañeros para lograr el tercer anillo de forma consecutiva, pero así funcionan las cosas en este deporte y estoy orgulloso de haber dado todo físicamente por lograr el objetivo. Sé que mis hermanos podrán conseguirlo y yo estaré con ellos.»
Esta lesión le tendrá apartado de las canchas entre 10 y 14 meses, por lo que es probable que Kevin Durant no dispute un sólo partido la temporada que viene. Es una auténtica pena y estremece ver cómo quizás, nunca más volvamos a ver a Kevin Durant jugar a su máximo nivel.
Es muy joven, y eso le ayuda, pero esta lesión ya se ha llevado por delante varias carreras deportivas y las grandes dimensiones del alero no hacen nada más que dificultar su recuperación.
En cuanto a su contrato, probablemente ningún equipo quiera ofrecerle el máximo de contrato ahora por lo que su futuro parece estar en la bahía un año más.
Desde aquí, solo deseamos una pronta recuperación y ojalá aún no hayamos visto al mejor Durant ya que estamos hablando de uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte.
Antonio Rengel (antoniorengel_8)