Varios tropiezos consecutivos del Barça y Real Madrid. El aficionado anhela épocas pasadas de máxima igualdad en cada partido. La Liga lo necesita.
Duopolio: privilegio exclusivo concedido tan solo a dos individuos o sociedades para vender o explotar alguna cosa en un territorio determinado. Diarquía: forma de gobierno en la cual dos personas están al frente del Estado. Llámalo como quieras, pero el control de los dos grandes del fútbol español ha sido demoledor en los últimos años. Pese a la llegada del Atlético de Madrid y Simeone, la cantidad de puntos conseguidos por merengues y culés en la última década, es un claro síntoma de la desigualdad que vive nuestra liga (o ha vivido).
Porque esa época puede estar llegando a su fin. Coincidiendo, o no, con la salida de Cristiano Ronaldo y el paso de los años de Messi, el comienzo de la temporada 2018-19 nos ha traído consigo una novedad que puede ser muy beneficiosa para el fútbol español. Ambos equipos, y el Atlético de Madrid si queremos añadirlo a la cima de la Liga, han bajado el listón y sus cifras en cuanto a puntos se refiere. Los de Ernesto Valverde acumulan tres partidos sin ganar ante rivales de mitad de la tabla, mientras los de Julen Lopetegui no han sido capaz de saldar con victoria sus dos últimos choques. O lo que es lo mismo, dos jornadas consecutivas sin ver ganar a ninguno de los dos. ¿Cuántos años sin ver eso?

Autor: LaVanguardia
Está claro que esto puede ser un simple espejismo, acorde con que se debe al comienzo de la competición. Además, tras el Mundial, las grandes estrellas han llegado cansadas y poco margen de descanso y pretemporada han tenido, dado lo apretado del calendario futbolístico hoy en día. Pero… ¿por qué no soñar con una Liga como la de antes? Pese a que el reparto televisivo y la potencia económica siguen siendo incomparables, los últimos resultados han dado pie a la esperanza en el aficionado.
Recordemos la liga de Capello y la remontada madridista, con partidos como el cuatro a tres ante el Espanyol, o el empate del FC Barcelona en casa ante el Real Betis. En esa misma liga, llegó el “Tamudazo” y el empate de los merengues en la Romareda. ¿Os acordáis de la maldición de Riazor para el Real Madrid? Todo eso antes de la última época de Florentino y sus galácticos. Aterrizaron Kaká, Cristiano Ronaldo… y el Barça de Pep Guardiola. Y pasamos de ganar una liga con 76 puntos a que, en la actualidad, se pueda llegar a perder un campeonato pese a llegar a los 90 puntos.
Y esa desigualdad creada en la última década solo tiene un grandísimo perjudicado: el aficionado. Esa emoción y el ambiente durante cada jornada de liga, en la que cualquier podía ganar a cualquiera, y en la que se decidía todo en las últimas jornadas. Esas ligas de remontadas y cambios de resultados en los últimos segundos. También los horarios colocados por los dirigentes de nuestra competición para favorecer al aficionado internacional, ha perjudicado en esos partidos a las cuatro de la tarde y esas gradas vacías. Hay que recordar la bajada considerable de asistencia en un estadio como el Camp Nou en encuentros ante rivales de nivel medio-bajo. Las goleadas constantes seguramente han sido un motivo que ha derivado en esos datos.
En esta temporada hemos podido apreciar los diversos pinchazos del Real Madrid y la debilidad del FC Barcelona sin la presencia de Messi sobre el terreno de juego, sobre todo. Empiezan a parecerse a seres humanos y esa desigualdad comienza a disminuirse poco a poco. Veremos si es una constante durante toda la temporada, ya que en los últimos años se había podido bajar algo, aunque solo había sido un pequeño espejismo, ya que al final no se bajaba de los noventa puntos.
Algo de esperanza para el aficionado y para todo aquel que vende el fútbol español como la mejor liga del mundo. Los vaivenes y últimos resultados hacen presagiar la vuelta de la igualdad y emoción a nuestra competición. Por el bien del fútbol y del aficionado, que esto no pare.
Creado por Sergio Varo (@srgvaro)