El Atlético de Madrid consigue su tercera Europa League. La etapa más gloriosa de la historia sigue agrandando el palmarés.
El Atlético de Madrid consiguió vencer al Marsella con claridad, en un encuentro que dominaron desde el primer minuto. Ya desde la previa se notaba que el Atlético de Madrid está hecho de otra cosa en los últimos años.

Ya no es solo por su fútbol, sino por cómo lo ven los demás. Un equipo sólido, solidario y generoso, que trabaja como una superestructura que nunca falla. El Marsella venía muy motivado, jugaba en su país, ante la oportunidad de ganar un título europeo muchos años después. Y el comienzo no defraudó para los franceses. Los colchoneros se encontraron un equipo atrevido y que salió a por todas, con una gran presión, que surtía efecto. En esas, Payet tuvo la primera ocasión del partido.
Sin embargo, se lesionaría poco después. A lo mejor tuvo algo que ver el tocar la copa en la salida de los equipos, pero lo que sí está claro es que su retirada influyó, y mucho, en el transcurrir de la final.

A partir de ahí, todos conocemos lo que es el Atlético de Madrid.
Le gusta sufrir, disfruta sufriendo. Y en ningún momento dejó algo de esperanza a los franceses, que podían tener la posesión de balón, pero que nunca, nunca, nunca dieron sensación de peligro.
Los de Simeone esperaron, supieron tener paciencia y defender como nunca… la copa estaba muy cerca. Y había que poner el broche de oro a otra temporada más del ciclo histórico de Simeone. El emperador del Vicente Calderón (o Wanda Metropolitano), observaba desde la grada como salía todo a la perfección. Y más aún cuando a los tres minutos de la segunda parte, Griezmann anotaba el segundo tanto con una jugada magistral, solo apto para uno de los mejores jugadores del mundo. Parecía todo preparado desde el descanso, y el encuentro quedaba más que encarrilado, con los franceses KO.

Todo perfecto hasta que en el minuto 89, el capitán Gabi empujaba el balón a la red para sentenciar el encuentro. Y si todo iba bien, todavía iría mucho mejor… la despedida de Fernando Torres a lo grande, como se merece él, historia viva del Atlético de Madrid.
Terminó el encuentro y llegaría la tercera Europa League, y la posterior celebración con esa afición, que nunca se cansa de seguir haciendo historia. La despedida de “El Niño” sería todavía más grande, tras levantar el trofeo junto a su capitán. Levantar su primer y único título con el club de su vida, el Atlético de Madrid. Sin lugar a duda, un sueño hecho realidad.
Sergio Varo Martínez (@srgvaro)