El piloto español Jorge Lorenzo ha llegado a un acuerdo para ser el compañero de Marc Márquez el año que viene en equipo de Repsol Honda. Tras correr con Yamaha y con Ducati, Lorenzo se convertirá en el noveno piloto de la historia en competir con las tres escuderías en Moto GP.
Desastre tras desastre
Ducati Team llevaba tiempo diciendo públicamente que no le quería renovar. Previamente, a finales del 2016, firmó un contrato de dos años con la escudería italiana que le convirtió de largo en el piloto mejor pagado de la parrilla. Vino con la aureola de aspirante al título y en su primer año fracasó estrepitosamente, más aun si tenemos en cuenta que su compañero de equipo, Andrea Dovizioso, tuvo opciones de ganar el mundial hasta la última carrera.
La decepción del equipo con Lorenzo fue tremenda: 7º clasificado del campeonato 2017, muy lejos de la sexta posición que ocupó el francés Johann Zarco.
2018 no empezaba mucho mejor. De las cuatro primeras carreras solo cosechó 6 puntos (2 abandonos, un 11º y un 15º puesto), si bien es cierto que lideró varias carreras durante varias vueltas. Ducati llevaba ya mucho tiempo diciendo que no le renovaría, asegurando que su plaza la ocupará Danilo Petrucci.
La mayoría de equipos ya tenían todas las motos ocupadas para el año que viene, así que Lorenzo ya había casi acordado un futuro en el equipo satélite de Yamaha. Casi.
No hay mejor sitio para reivindicarse que en casa del enemigo
Estrenaba un nuevo apéndice en el depósito de su moto, que le permitía pilotar más cómodo y sin cansarse tanto. Esto se tradujo en la victoria de un Lorenzo que no subía al cajón más alto del podio desde hacía 1 año, 6 meses y 19 días.

Fuente: Libertad Digital
“Es el día más feliz de mi vida” llegó a decir Jorge tras ganar en Mugello (Italia) este pasado fin de semana. Aunque luego rectificó. “Sí, me dejé llevar. Tuve días más felices: el título en Malasia en 2010, mi primera victoria en 125… Pero pongo ésta entre mis tres mejores victorias”.
Y es que la imagen de Jorge que vimos este domingo fue la de toda la vida: un piloto que lidera la carrera de la primera vuelta a la última. Sin concesiones, sin rival. El Jorge Martillo de siempre.
Fue entonces cuando Stefano Domenicali (director ejecutivo de Ducati) dejó entrever la posibilidad de replantearse la renovación del piloto mallorquín.
Pero Lorenzo cerró las puertas a cualquier posibilidad.
“Correré con otra moto. Está decidido. Está hecho. Es también una cuestión de amor propio. Mi futuro ya está decidido. Lo dije el jueves y este resultado no va a cambiar. Una parte de mi está triste porque sé que con esta moto podía luchar por ser campeón del mundo y ganar con Ducati era algo especial. Vine para conseguirlo y se invirtió mucho en mí. Intentaron cambiar la moto para adecuarlo a mi estilo. No se ha conseguido al cien por cien. En algunas cosas no se ha creído al cien por cien. Hasta ahora. Y, desafortunadamente, es demasiado tarde”.
Y los astros se alinearon
Tras la última carrera, un comunicado del equipo del Repsol Honda sorprendía a propios y extraños. En él señalaba que a final de temporada y de mutuo acuerdo, el HRC (el nombre de la escudería) y Dani Pedrosa pondrían fin a una relación que duraba 18 años (13 en Moto GP).
Y entonces un avispado Lorenzo convenció a Alberto Puig (mánager de Honda) de que le fichara para el año que viene, que esa moto debería ser para él.
Pedrosa (que cumplirá 33 años en septiembre), no correrá esa misma suerte. Debido a que no tendrá ninguna moto de garantías y que además cuenta con un importante historial de lesiones, se ha especulado mucho con la posibilidad de que anuncie su retirada el fin de semana que viene, durante el Gran Premio de Montmeló, del 15 al 17 de junio.
Por Mario Pedrol el Mundo Nogomet
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