Ali Dia se convirtió en el fichaje más esperpéntico de la historia del fútbol mundial. El jugador semiprofesional hizo su debut con los Saints en noviembre de 1996, en un encuentro disputado ante el Leeds United
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Fuente: página oficial de George Weah
Normalmente, los fichajes y las incorporaciones de futbolistas se efectúan de manera sosegada y con un excesivo detenimiento. Un equipo de expertos, dirigidos por un director técnico, se encarga de perfilar la parcela deportiva. Los clubes tienen unos asesores y unos ojeadores que sondean el mercado para buscar al jugador más propicio, que consiga completar y cubrir una carencia posicional en la plantilla.
Sin embargo, hay ocasiones en las que esta premisa no se cumple. Ya sea por falta de tiempo o por una desmesurada pereza, hay veces que los clubes de fútbol no siguen con los patrones a la hora de fichar a nuevos jugadores. Estas apuestas arriesgadas pueden salir bien, como en el caso de la incorporación del brasileño Roberto Firmino por el Hoffenheim alemán. Lutz Pfannenstiel, ojeador del club teutón, reconoció públicamente que ficharon al delantero, procedente del Tombense carioca, gracias a que le había llamado la atención, mientras jugaba al videojuego Football Manager.  “Supimos de él a través de un videojuego. Nos impresionó su progresión en eljuego y fuimos detrás de él en Brasil. Vimos en persona todo lo que decía el juego y decidimos ir a por él. Fue un riesgo pagar 4 millones de euros por un jugador de 17 años que venía de la Segunda División de Brasil, pero al final le vendimos al Liverpool por 42 millones de euros», indicó el exportero germano.
Otras llegadas son una incógnita. El FK Panevezys, club de la segunda división de Lituania, se ha hecho durante este reciente mercado invernal, con los servicios del delantero angoleño Barkley Miguel-Panzo. La entidad lituana publicó en sus redes sociales que el futbolista había militado en el Queens Park Rangers inglés, en el que había anotado 24 tantos en 36 encuentros, y que había jugado tres partidos con la Selección de Angola. Posteriormente, los directivos del club se dieron cuenta que esos datos eran falsos, y que esa información estaba sacada de la Wikipedia. En realidad, Panzo venía de jugar en Suecia. Sus dos últimos equipos habían sido el Syrianska y el Oskarshamn, ambos conjuntos disputan la Tercera División sueca.
El fichaje más bizarro y más esperpéntico de la historia del fútbol es la incorporación de Ali Dia, delantero centro senegalés, por el Southampton inglés, en noviembre de 1996. En ese momento, los Saintstenían serios problemas para mantener la categoría y estaban luchando por no caer en los puestos de descenso a la Segunda División inglesa. La entidad estaba sufriendo una mala racha de resultados y el club venía de ser vapuleado (7 – 1) contra el Everton. El entrenador del equipo, Graeme Souness, tenía muchos problemas con las lesiones, y necesitaba la llegada de un revulsivo que revitalizase a la plantilla. Así lo explica Jason Dodd, lateral derecho titular de aquel Southampton: «Estábamos en ese momento luchando contra nosotros mismos. No estábamos jugando muy bien. Por eso, el entrenador traía de vez en cuando jugadores a prueba».  
En la previa a un encuentro en casa ante el Leeds United, Souness recibió la supuesta llamada del liberiano George Weah, entonces Balón de Oro, gran jugador del Milán italiano y actual Presidente del gobierno de Liberia. El interlocutor dijo que viendo la necesidad de los Saints por encontrar un futbolista que revirtiese la mala situación deportiva del club, le recomendaba al entrenador escocés incorporar a prueba a su «primo» senegalés, Ali Dia. El impostor indicó que Dia había militado en la cantera del Paris Saint-Germain, y había disputado varios encuentros con la camiseta de la Selección de Senegal. Souness ante tal carta de recomendación, aceptó que el delantero centro estuviera una semana a prueba en el Southampton.
Dia llegó al entrenamiento un viernes por la mañana, el día previo al partido ante el Leeds. El delantero y máxima estrella de los Saints, el inglés Matthew Le Tissier, asegura que cuando le vio jugar durante el entrenamiento, ya observó que no era un jugador profesional. «La verdad es que no estábamos muy seguros de qué hacía allí. Llegamos a pensar que quizás había ganado una competición para poder entrenar con nosotros», explica el futbolista.
A pesar de su mala condición técnica y su falta de posicionamiento táctico, Souness le convocó para el encuentro. La plantilla no se lo podía creer. Dodd confiesa que su incorporación a la convocatoria fue muy precipitada. «Normalmente, venían los jugadores a prueba a entrenar con nosotros los lunes. Así podíamos verlos jugar durante toda la semana. A veces, incluso llegaban a disputar algún encuentro con el equipo reserva para observar sus características técnicas en plena competición real», asevera el defensa. Ni siquiera Le Tissier podía llegar a creerse que estuviera en el banquillo y fuera su sustituto en la plantilla. «Cuando lo vi  en el vestuario pensé que era un chico muy afortunado y que había ganado un gran premio, ya que iba a escuchar la charla del mister y todo», indica la leyenda del Southampton.
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Fuente: telegraph
Lo más llamativo y extravagante estaba por llegar. Le Tissier se lesionó en el minuto 32 de partido, por culpa de un dolor muscular en una pierna. Souness eligió a Dia para sustituirle, y el senegalés hizo su debut en la Premier League inglesa. El delantero estaba físicamente en forma y era veloz. Incluso tuvo una gran oportunidad para adelantar a su equipo en el marcador. Dia inició una gran carrera en vertical para desmarcarse al espacio, gracias a su gran ritmo y velocidad. Logró encarar al portero, pero el guardameta del Leeds rechazó con apuros su golpeo. Esa fue su única acción positiva del encuentro. El senegalés corría por todos los lados del terreno de juego sin ningún tipo de rigor táctico. No tenía un sentido posicional. Se notaba que no era un jugador de fútbol profesional, ya que su nivel distaba mucho con la del resto de futbolistas sobre el campo. Rápidamente, el técnico del Southampton se dio cuenta de que le habían engañado y le volvió a sustituir. En el minuto 85, Dia salió del verde, y entró en su lugar el defensa neerlandés, Ken Monkou.
El choque acabó con una derrota del Southampton ante el Leeds (0 – 2), pero el público de los Saints, en un alarde de ironía, resignación y buen humor, coreó al unísono el cántico de  Ali Dia it´s a liar, it´s a liar (Ali Dia es un mentiroso, es un mentiroso), dadas las lamentables aptitudes futbolísticas del delantero africano.
A la mañana siguiente, Dia fue al fisioterapeuta del club a tratarse de una lesión muscular. Luego, se fue para siempre de la ciudad sin despedirse de nadie. Dejó la factura del hotel y del minibar sin pagar. El Southampton se tuvo que hacer cargo del importe de la cuenta. Souness llamó muy enfadado al verdadero George Weah. El africano dijo que no tenía nada que ver familiarmente o personalmente con el jugador, y le comentó que le habían estafado. El delantero senegalés acabó jugando en el Gateshead, club que disputaba la Quinta División de la Liga inglesa.  
Lo único que se sabe hasta ahora de Ali Dia es que se licenció en la carrera de Administración de Empresas en la Universidad de San Francisco.

Creado por Eduardo Acin (@EduardoAcnGarcs)


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