El club blanco ganó ayer en un partido muy polémico, al Levante. A pesar de haber luchado hasta el final, regresó a casa sin los tres puntos.
Sea como fuere, el Club blanco no afronta en su mejor momento el partido ante el Barça. Ya que el Levante se les resistió ayer.
¿Robo al levante?
El Real Madrid, consiguió una victoria muy justa, gracias a dos penaltis muy dudosos, con dos goles a uno. Sin embargo, a pesar de que existe el nuevo vídeo arbitraje, no se sabe por qué. El árbitro decidió no ir a mirar el penalti y lo pitó directamente.
Es cierto que no había contacto. En casos como estos, que no dejan lugar a la interpretación el árbitro debería revisar las acciones de penaltis y goles.
Algunos ya bromean con la idea de que el VAR pueda actuar también en partidos del Madrid en la temporada que viene. La grada del Levante, tras el penalti mal pitado, se levantó y ovacionó a Florentino Pérez, en señal de descontento.
Las encuestas de la red social Twitter, afirman con un 76% que no era penalti. Ya que ni siquiera hay contacto.

Críticas a Solari
El entrenador del Club, tendrá sus motivos para hacerlo, pero mucha gente cree que está equivocado en su plan de rotaciones.
En el pasado partido contra el Girona, Solari, decidió que lo mejor era comenzar a rotar, a pesar de quedar más de una semana y media para la próxima cita importante.
Ayer sin embargo, muchos fueron los sorprendidos, al ver la alineación. Casemiro, Nacho, Bale, Benzema, Zidane…. No dejó lugar a la rotación. Solari tiene miedo y se nota ya que abandona su plan de rotaciones para conseguir unos tres puntos más que sufridos.
Tarjetas para todos
Desde luego al técnico del partido de ayer, no le pesaba la mano a la hora de sancionar con tarjetas. El primer expulsado fue Nacho, por acumulación de amarillas.
Pero la gracia llegó, cuando el árbitro, sancionó con amarilla a un jugador del banquillo del levante, por protestar.
Rochina, jugador del club levantino también, recibió la roja por protestar desde el banquillo, y tuvo que abandonar el campo sin siquiera haberlo pisado.
Por Cristina Gómez Palacios (@Crisgomezpalacios)